Úrsula está insatisfecha. Demasiado fea, demasiado hambrienta, demasiado sola, su vida no transcurre en absoluto como le gustaría. La misteriosa llamada de chantaje que recibe, informándola de que su marido ha sido secuestrado y pidiendo un millón de rescate, la sacará de ese estado. Aunque hay un detalle, Ursula no tiene marido.