Mi corazón está más vivo que nunca
Una Diosa con plumas de ave en su cabeza formaba una corona y alas en sus brazos, aparece con una lanza cuya leyenda le ha dado la reputación de ser el poder del destino de quien la porte, con esta lanza apuntaba al norte como quien señala una meta, esta Diosa bajó a mi dimensión para solicitarme con su lenguaje de autoridad que no siguiera negando lo que tanto intentaba ocultar, hablaba de mi mayor oscuridad, aquella de la cual ni yo quería recordar, me decía que el temor es el poder mismo, quien se viste de tiniebla para retar a los valientes, solo los dignos se atreven a enfrentar sus propios miedos.
Ya sabía yo a que se refería porque en ese camino llevaba casi dos años transitando, hasta que debí reconocer que sí, mi corazón tiembla cuando sé que ella ronda cerca de los míos, pero también siento gratitud porque me permite estar en contacto con todos ellos, no me ha dejado extrañarles mucho porque me enseña a moverme entre ellos y recibir sus guías y enseñanzas, dicen que fue un pacto antes de venir aquí, y a estas alturas no sé si los vivos son ellos y nosotros los de este lado somos los muertos, pero si sé que tal como lo dijo mi querido Rafael del otro lado, ese corazón late de amor y esa frecuencia nos llega hasta aquí.
Para que el mundo sepa que están más vivos que nunca y que siguen con nosotros, mucho se ha dicho al respecto y sé, que soy una pieza más de esta gran experiencia eterna que se compone de ciclos y cambios de cuerpos a otros estados, donde lo único que importa estés donde estés, es el amor.