El envejecer es un triunfo del ser humano. Para una mayor longevidad debemos conservar un buen bienestar físico. Por ello se ha generado una corriente, que no tiene que ver con el tratamiento gerontológico, sino, con la prevención, adecuación y posterior mantenimiento de las condiciones físicas. El planteamiento de la actividad física en las personas mayores debe tener como objetivo el aspecto placentero, el de mejorar la aptitud física, y la ocupación del tiempo libre. El diagnóstico permite valorizar distintos aspectos funcionales de las personas, debemos contar con un cuestionario y una planilla de control para los gerontes. Toda esta información se va recopilar. Nos permite tener una noción exacta de quiénes son los inscriptos, sus ansiedades y proyectos, sus experiencias de actividad física, su historia de vida teniendo en cuenta que cada organismo es un mundo, y sus procesos de adaptación varíen en cada uno de ellos. Sabemos que el proceso normal de envejecimiento no es homogéneo y que ciertos aspectos pueden acentuarse más o menos, es decir que no podemos separar los grupos por edad cronológica si no conforme a su funcionalidad.