Los diversos estudios que se realizan sobre las situaciones de Sordera súbita, indican que la valoración de esta patología en un contexto en donde la premura en la determinación del diagnóstico, y el estudio de sus posibles causas, puedan adelantar un tratamiento lo más adecuado posible para resolver dicha patología, son el mejor método para poder resolver dicho problema. El problema de esta pérdida de audición súbita, requiere una solución, que se consigue mediante un diagnóstico precoz, a pesar de no ser fácil conseguir que la audición vuelva de nuevo a instaurarse por lo menos a unos niveles parecidos a los ya existentes antes de su pérdida. Es sabido que la Sordera brusca es una Urgencia de nuestra especialidad y que el primero en recoger el síntoma inicial de la misma es el médico de familia en el Centro de Salud, quién debería hacer el primer diagnóstico y nos llevaría a descartar lo más elemental, la existencia de un tapón de cerumen. De esta manera, sin más pérdida de tiempo, ya podemos tener al paciente en el hospital para que el especialista inicie las primeras actuaciones.