Frente a una tumba reciente, un hombre solitario y abatido recapacita sobre los muchos asuntos pendientes que le han quedado con la persona que yace en su interior. ¿Amigo? ¿Enemigo? ¿Lo quería? ¿Lo odiaba? ¿Acaso sigue odiándolo, a pesar de haber sido su único amigo? Los sentimientos se entremezclan en su interior y no es fácil distinguirlos. Mientras reflexiona sobre los momentos decisivos de su relación, aquellos que los unieron y, sobre todo, los que los separaron y que pesan como losas, de alguna forma, parece que siga más presente que nunca. Como si no se hubiera ido. O, quizás, es que no lo ha hecho y sigue ahí, a dos metros bajo tierra, durmiendo un sueño eterno. Porque a veces, de vez en cuando, los ausentes se dejan sentir, y viven a través de nuestros recuerdos.Jorge R. Rueda, regresa a sus orígenes con una novela intimista en la que, la soledad, la incomunicación, la muerte, y la obsesión por el pasado, temas recurrentes en sus primeras obras, vuelve a ser el eje en torno al que gira la historia. De una forma íntima, melancólica, nostálgica y desgarradora, el autor nos hace enfrentarnos a la aterradora idea de la muerte, y más aún, a la de la pérdida. Como si fuera el protagonista de esta historia, obligará al lector a analizar su yo más profundo, a combatir sus miedos y a replantearse cada una de las teorías preconcebidas acerca de estas dos cuestiones tan absolutamente universales que, lo reconozcamos o no, nos aterran a todos. Alba Cayuelas.